Fuente: Revista Integral, Caracas, 1950 |
Con la llegada de la última (y aún no concluida) temporada de lluvias, todo el país entró en un terrible colapso, ya sea por inundaciónes o por deslaves de las laderas de las montañas. Dentro de las zonas urbanizadas más afectadas en el área de Caracas se encuentra Colinas de Bello Monte. El martes 30 de noviembre fue el día en que los pocos terrenos que no se habían terminado de caer, lo hicieron. Entre estos se encuentra el talud posterior del edificio en el que vivo. La cantidad de tierra fue tal que tapió la calle y ahora debemos construir una pantalla atirantada pagada por los copropietarios. Como nuestro edificio, se encuentra gran cantidad de edificaciones dentro de la urbanización, pero, ¿por qué Colinas de Bello Monte se encuentra minada de derrumbes? ¿por qué se está cayendo?
Casualmente, este trimestre en la materia Infraestructuras Urbanas, tuvimos que escoger algún tipo de infraestructura de la ciudad y realizarle un análisis; como vivo en la zona, escogí la Calle Suapure por lo colapsada que se encuentra y realizé un estudio sobre la construcción de la urbanización que me aclaró muchas dudas.
Colinas de Bello Monte, años ’50. Toma aérea. |
Investigando en Internet, conseguí un libro interesantísimo titulado "Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna" de Juan José Martin Frechilla que contiene una serie de entrevistas a personajes ligados al crecimiento de Caracas desde mediados de los años 30 hasta los 50; así como un artículo publicado en El Nacional en 1996 que conseguí en el blog de Hannia Gómez (hanniagomez.blogspot.com).
Entre estas dos lecturas, pude darme cuenta que la primera urbanización construida sobre laderas en Caracas fue Colinas de Bello Monte, a pesar de que aún existía muchísimo terreno disponible en el valle caraqueño para construir, pero los promotores de esta urbanización (Inocente Palacios y Antonio Lombardini) se dieron cuenta del valor monetario de las visuales que esta montaña ofrece sobre el Ávila y sobre la ciudad y decidieron que sería buena idea urbanizarla.
Con este fin, inclusive se modificaron las ordenanzas sobre el ancho mínimo de la calzada y la existencia de aceras en las calles que recorrerían la montaña; se alegó que estas tendrían un bajo tránsito automotor ya que no conectarían con nada y por otro lado, ya que servirían solamente a casas ubicadas en las laderas, pues no sería necesario la existencia de aceras. Por otro lado, las casas a ser construidas tendrían que adaptarse a los fuertes cortes en la montaña, a la topografía y no al revés. Inclusive se realiza un concurso internacional con la finalidad de diseñar una casa modelo "que pudiera colgarse en la más aguda de las pendientes posibles", este concurso lo gana José Miguel Galia.
Colinas de Bello Monte, años ‘50. Toma aérea. |
Lamentablemente, en las laderas de la montaña, no sólo se construyeron casas sino multiplicidad de edificios residenciales que generaron un tráfico vehicular para el cual las calles no estaban diseñadas; por otro lado, estos edificios se encuentran muy cercanos a fuertes pendientes en las que se suponía irían casas y no edificios. Aunado a lo anterior, luego de más de cincuenta años en los que la roca de la montaña fue expuesta a los elementos a través de abruptos cortes, esta que principalmente es esquisto, se ha venido desintegrando como una milhoja gracias a tantos años de agua de lluvia que la ha afectado fuertemente.
Con la intensas lluvias caídas en Caracas este año así como en 2008, la roca no ha podido aguantar y se ha venido desintegrando y desmoronando ocasionando no pocos percanses a los habitantes de Colinas. Percanses que cada uno de nosotros tendrá que pagar con la construcción de muros de diferentes tipos para evitar que estos derrumbes terminen por afectar las estructuras de nuestras viviendas.
En este caso, las vistas sobre el valle caraqueño han tenido su precio.